El agua es un elemento que siempre ha estado ligado a la fertilidad y por ende a la maternidad. Donde hay una gota de agua hay vida. Se dice que la vida se inicio en el océano. El humano desde su concepción permanece 9 meses en un elemento llamado liquido amniótico, que no es nada mas que agua, dentro del útero de la madre.
Algunos médicos y clínicas u hospitales que practican partos en agua, lo llaman nacimiento humanizado y sin violencia por ser un proceso no invasivo.
Al nacer en partos en agua el bebe pasa inmediatamente a los brazos de su madre y empieza el fenómeno del apego. Estudios en el Reino Unido y la experiencia clínica demuestran que niños nacidos en el agua mantienen una mejor relación psico-afectiva con la madre, atribuible a una mejor comunicación emocional de este hermoso encuentro tan pronto se nace. La primera hora que sigue al nacimiento es muy importante para nuestro desarrollo de la capacidad de amar.
Cuando el proceso del nacimiento se vea como un período de suma importancia en el desarrollo de la capacidad de amar de los humanos, ocurrirá la revolución pacífica que pondrá fin a la violencia y a las guerras.
Madres y bebés deben estar juntos tras el nacimiento, y en todo momento, y no se justifica que un recién nacido sano sea apartado de su madre. Incluso los prematuros progresan mejor con el “método canguro” que con la incubadora, o al menos con un sistema mixto. La OMS (Organización Mundial de Salud) recomienda iniciar la lactancia antes de abandonar la sala de partos.
Si queremos cambiar al mundo debemos cambiar la forma de nacer, debemos nacer en partos acuáticos. Para un mundo sin violencia propiciemos que los bebes experimenten un nacimiento sin violencia, y para ello las madres necesitan vivir partos sin violencia evitando manipulaciones médicas innecesarias.
Hay leyendas que dicen que los antiguos egipcios daban a luz en el agua a ciertos bebés selectos para un futuro sacerdocio. Quizás por ello algunos gineco-optetras se refieren a esta forma de nacer como partos espirituales.
Llevar a cabo el parto bajo el agua contribuye a relajar los músculos y disminuye la sensación de dolor, esto debido a la perdida de sensación de gravedad y a la temperatura del agua. En el parto bajo el agua no es necesario usar analgésico ni anestésicos.
El parto es un acontecimiento instintivo, llevado a cabo por nuestro cerebro mamífero, y en el que la participación de nuestra mente racional tiene un efecto contraproducente. El uso de oxitocina sintética, episiotomía, anestesia, fórceps o pinzas obstétricas y cesáreas, sustituyen un proceso natural sabio.
La relajación física de la madre favorece a su relajación mental y la dilatación tanto del cérvix (cuello del útero) como de la vulva y acorta el tiempo de trabajo de parto y disminuye la probabilidad de sufrimiento fetal.
El bebe que está habituado a la inmersión en el líquido amniótico, entra directamente en contacto con un medio que le resulta familiar, de una forma no violenta y sin traumas y por lo tanto los cambios son más suaves.
El parto en agua inhibe la secreción de adrenalina y catecolaminas (hormonas que inhiben el avance de la dilatación y el proceso en general) debido a la menor relajación de la madre.
En la selva, cuando una hembra está a punto de dar a luz y se da cuenta de que tiene un depredador cerca, segrega adrenalina para poder defenderse y retrasa el parto para cuando se siente más segura.
En los partos en agua se incrementa la secreción de endorfinas (hormonas inhibidoras del dolor), debido a la mayor relajación de la madre, lo que complementa el proceso de manera natural.
La facilidad para cambiar de posición dentro del agua evita que la madre se canse rápidamente y el movimiento ayuda a que el bebé se acomode.
Disminuye en un 98% la necesidad de realizar episiotomía, debido a la mayor relajación de la vulva.
Disminuye la hipertensión arterial después de 10 a 15 minutos bajo el agua.
También existen antecedentes de un temprano desarrollo motriz en estos bebés, comparado con niños nacidos en partos fuera del agua con todo el peso de la gravedad.
Cuando todos los gobiernos del mundo financien e implementen los partos en agua daremos el primer paso del próximo salto evolutivo del HOMO ECANOS al verdadero HOMO SAPIENS. Leer más al respecto en mi blog: http://ecanos.blogspot.com
Apenas somos ECANOS, lo confirma la ciencia. Próximo salto evolutivo será de HOMO ECANOS a verdaderos HOMO SAPIENS, si el mundo da el primer paso financiando e implementando todos los nacimientos en partos bajo el agua.
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