Partos en agua, primer paso en salto evolutivo

viernes, 29 de abril de 2011

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Antecedentes de los partos en agua

Como algo propio de la modernidad el parto en agua se ha expandido en países europeos como Inglaterra, Francia, Bélgica, entre muchos otros, así como Japón, EE.UU, Australia, se multiplican los centros en donde se practica este tipo de nacimiento más natural y menos traumático.

A lo largo de la historia existen muy pocas pruebas concretas de que las culturas antiguas practicaran el parto en agua a cualquier escala.

Los indios chumash de la costa central de California cuentan historias acerca de sus mujeres que pasan el trabajo de parto en los remansos de las mareas y ensenadas poco profundas a lo largo de la playa mientras los hombres de la tribu tocaban los tambores y cantaban.

En algunos pueblos costeros del Japón, las mujeres daban a luz en el mar. Al igual que el Pacífico Sur. En África, también muchas tribus usan la ribera del río para dar a luz. Al igual que en Mongolia y la Guyana

Sin embargo, debemos atenernos a información debidamente documentada en los últimos 200 años.

El primer parto en el agua registrado en la modernidad, tuvo lugar en Francia en 1803. El caso, que fue detallado en un periódico de la sociedad médica francesa, informaba que una mujer que había estado en labor de parto durante cuarenta y ocho horas encontró un alivio en su lento progreso sumergiéndose en el agua caliente. Después de estar breves instantes en el agua el bebé salió tan rápidamente que no tuvo tiempo de salir del agua para dar a luz a su bebé.

Durante la década de 1960, en la Unión Soviética Igor Charkovsky, científico ruso primordialmente autodidacta, dirigió una investigación sobre animales pariendo en el agua. También observó la conducta de los bebés en el agua, incluyendo la de su hija Veta, que nació prematuramente en 1963. Charkovsky puso a su recién nacida en una tina de agua caliente durante varias semanas, arguyendo que no tendría que luchar contra la gravedad y por lo tanto no gastaría tanta energía en sobrevivir como la que requeriría en la incubadora del hospital. La hija de Charkovsky sobrevivió y él continuó experimentando en el agua. Su tesis es que mantener al bebé en un entorno predominantemente acuático, libre de los efectos de la gravedad, su coordinación muscular y el desarrollo físico, psíquico e intelectual, maduran más rápidamente.

Durante la misma época el Dr. Frederick Leboyer acogió el concepto del baño caliente para el bebé después del parto. El bebé podía experimentar el agradable retorno al placer del mundo fluido que acababa de dejar.

Uno de los primeros que propuso abiertamente el parto en agua fue el médico francés Michel Odent en 1970. en la clínica de Pithiviers en Francia, es el primero que valora la importancia del agua para disminuir la sensación de las contracciones. Proporcionando una tina con agua caliente; Odent ofrecía más comodidad y libertad de las que nunca había gozado la mujer parturienta. El foco principal del trabajo de Odent fue asistir a cada mujer que daba a luz a su propio modo y bajo sus propios instintos.

Odent descubrió que cuando las contracciones de la mujer se vuelven más dolorosas y menos eficaces, el descansar en el agua caliente suele proporcionarles alivio, especialmente para las mujeres cuya dilatación no progresa más de cinco centímetros.

Desde los años 60, en Inglaterra Sheila Kitzinger adelanta una campaña, que aun continua, luchando por los derechos de la mujer para dar a luz. Dentro de estos derechos, ella incluye el parto en agua.

En 1981 en América, un grupo de parteras ya conocían el exitoso trabajo de Michel Odent, y así muchos padres quisieron dar a sus hijos una entrada en el mundo bastante diferente; y comenzaron a tener a sus bebés en el agua, observando que la mayoría de los partos no eran complicados y resultaban experiencias muy gratificantes. A veces los padres dejaban a sus propios recién nacidos sumergidos bajo el agua por más de veinte minutos creyendo que con eso les daban tiempo de estirarse, relajarse y recuperarse del estrés del nacimiento.

En 1985 se abrió un centro de alumbramiento en Estados Unidos que ofrecía a las mujeres la misma atmósfera que el Dr., Odent en Francia. El Dr. Michael Rosenthal abrió el Centro de Alumbramiento Familiar en Upland, California.

En 1985 el Dr. Michael Rosenthal abre en California su centro de “alumbramiento familiar”, En la actualidad es un connotado conferencista sobre parto en agua, donde presenta los resultados de más de 3000 partos en agua atendidos en su clínica.

Barbara Harper en EU desde 1988, es considerada como una visionaria que ha contribuido a la institucionalización del parto en agua, al crear un protocolo que se ha implantado en más de 140 hospitales en Europa, América y Australia.

En la revista British Medical Journal correspondiente a agosto 1999, se reportan mas de 4000 partos en agua por año en ese país, y se considera que este procedimiento no es más riesgoso que los partos convencionales. Un hecho importante es que en más de la mitad de los centros obstétricos de ese país se han instalado tinas para el nacimiento.

Toda la experiencia de los partos en agua apunta a que los gobiernos deben financiarlos completamente para implementarlos en el mundo como la mejor manera de poblar la Tierra con verdaderos humanos; como el primer paso para dar el salto evolutivo del HOMO ECANOS al verdadero HOMO SAPIENS, nombre dado al actual ser viviente que se hace llamar “humano” cuando en verdad apenas somos ECANOS. Si desea saber qué es ser ECANO visite http://menosecanos.blogspot.com

Cuidados Mínimos

Si bien es cierto, el parto bajo el agua, tiene muchas ventajas tanto para la madre como para el bebe, es necesario mencionar algunas consideraciones obvias para evitar complicaciones:

•La madre debe entrar al agua hasta después de ciertos centímetros de dilatación alcanzados, dependiendo de la evolución de la labor de parto.

•Tanto en un parto fuera como dentro del agua es ideal que la madre esté acompañada por una persona de confianza y de quien asiste el parto, evitando la presencia de muchas personas, ya que un parto es algo íntimo.

•En el parto bajo el agua no puede usarse ningún tipo de analgésico ni anestésico.

•En un parto fuera del agua con todo el peso de la gravedad, los vasos sanguíneos del cordón umbilical, que transportan la sangre de la madre al hijo, se contraen rápidamente tras producirse el alumbramiento. Cuando el nacimiento se produce en agua, estos vasos permanecen abiertos durante más tiempo, permitiendo un flujo sanguíneo constante entre la madre y su hijo. Sin embargo, se recomienda no dejar al recién nacido mas de cuatro minutos debajo del agua ya que luego de este tiempo se inicia la disminución del suministro de oxigeno que le llega desde el cordón umbilical, por eso, los especialistas recomiendan cortar el cordón umbilical al transcurrir uno o dos minutos después del nacimiento. La naturaleza no hace nada que no sea necesario, y esos minutos son el tiempo que el recién nacido necesita para comenzar a utilizar sus pulmones sin angustia ni riesgo de privación de oxígeno. Cortar el cordón inmediatamente tras el nacimiento es una práctica que, a la luz de la evidencia científica, debe ser abandonada cuanto antes.

•Se debe cuidar que la temperatura del agua potable sea constante a 37ºC o de lo contrario se debe sacar a la madre y al bebe del agua tras producirse el alumbramiento.

•Se debe lavar y desinfectar la tina antes de cada parto.

•Es recomendable que durante su estancia en la tina, la mujer se hidrate con jugos de frutas o agua, aun si tiene una solución intravenosa.

•En el momento del nacimiento, la madre estará fuera de la tina de los senos para arriba, para que el bebe mantenga su cuerpo dentro del agua antes de ser entregado al pecho de la madre.

viernes, 29 de abril de 2011

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